jueves, 24 de noviembre de 2016
lunes, 14 de noviembre de 2016
viernes, 11 de noviembre de 2016
Homenaje Con Causa 2016

Homenaje Con Causa Cozumel Diciembre 2016-11-08
Un partido donde rendir homenaje, siempre va a ser un arte. Esas
personas que han hecho cosas por el deporte , parecen simples pero no tanto. Que
mas de llamarlas “Invertir Su Tiempo“ solo lo comparten….
Se les aplaude
Esas personas que tiene en mente de contagiar las buenas acciones,
sin pedir nada a cambio. Solo para alejar a las personas de las drogas, hacer
la sana convivencia del una isla tan hermosa..
Muchos de los jugadores han sido parte importante de este balompié
Cozumeleño. En una fecha que es para convivir.. la verdadera gente Cozumeleña.
Que le gusta su isla y sus eventos familiares tan hermoso como sus atardeceres y
su época Navideña..
Esas personas que siempre están ahí, a pesar de la adversidad, que
les has agradecido el amor al deporte.. Esas personas también son muy
importantes.
Las personas que te alejan de las drogas y te hacen ver que
también por el deporte se puede ser grande. Se puede soñar solo haciendo lo que
te gusta, viajando , entrenando para que salgas adelante. Que no te quedes en
el medio haciendo lo mismo.. esas personas se les tiene que reconocer.
Gracias Ing. Miguel Angel Villanueva Garcia " Cauito"
por tener esa esperanza y la buena Fe, de hacer que las personas convivan.. Que
en los tiempos que el DIF mucha gente no tenia donde sentarse, gestionando las
bancas que hasta el día de hoy se nota. Muchas gracias por compartir su buena
persona haciendo cosas y querer motivar la sana convivencia, de querer tener
una isla deportiva..
Gilberto Ocampo Pàramo "Profe. Gilberto" por no decirle
maestro.. Usted que nos enseño a la Generación 94 como era jugar al futbol y no
solo correr tras el balón como caballos.. Que el futbol era lo mas importante,
si querías llegar tenias que trabajar duro y esforzarte, que la técnica solo es
cuestión de practicar.. Nadie nace bueno, todo es cuestión de practicar dijo El
Profe Gilberto y le creo.. que corran los caballos, los caballeros juegan
fútbol.
José Luis Palma Renteria "Maestro Palma" por no
decir catedrático. Muchas gracias y las personas le agradecen su desempeño en
la Técnica 6, donde muchos corrimos, hicimos de las nuestras y pocos apoyaban
al deporte. Que siempre eran días de calor de sol y sin embargo en todo momento
estuvo ahí.
En fin, los vemos el Sábado 23 De Diciembre 2016... Compartan
cariño y amor esta navidad
3:00Pm. Unidad Independencia
4:00Pm. Ceremonia
5:00Pm. Concluye
Entrada: 5 Pesos o 1 Producto De Canasta Basica
"Ayudemos, ayudando"

Guillermo Alejandro Perez Palma
Estudiante de la Universidad Autonoma de Yucatan
Escritor
Twitter: @Memopp4
Facebook: Guillermo Alejandro Perez Palma
Periscope: @Memopp4
Instagram: @Memopp4
Tumbler: @Memopp4
Creador de la Firma Mx.
www.WikiEconomiaMx.blogspot.mx
Las Elecciones 2016
Trump Ganador.
Una de las cosas mas importantes en el mundo, una cambio de poder en donde la gente pensaba que iba a ganar Hilary.. Pero sera la pregunta que el Mundo no este preparado para que una mujer tome las riendas de un pais. Siguiendo o ganando las atascadas capitalizas, donde los mexicanos no son aceptados, al igual que los latinos y otra persona que no se estadounidense. Lo que pensamos o lo que le espera a nuestro Mexico. Es que la gente, le aporte a lo local, a salir adelante no esperanzado del gobierno...
Este siglo de los "Millenias" es de las personas que van buscando la lucha constante, de hacer algo diferente. De no importarle el fracasar o caer, de buscar las puertas y querer abrirlas, de poder activar el mercado siendo parte. No ser espectador es tan divertido, los "Ya Merito" se estan acabando..
Esperemos que se despierte Mexico por el bien de los paisas..
"Te amo Mexico, Mi pais como sea te respeto y te admiro"
Br. Guillermo Alejandro Perez Palma
"Autoridad, ni para denunciar"
lunes, 31 de octubre de 2016
"Solo ser, no parecer"
Para: Telocutor 2019
Las personas que nacen con una computadora, donde sus interés son otros. No los peculiares por que viven en el medio de la sobrevivencia creciendo que la mejor solución es conocer. Esos estaremos hablando de la gente que deje de dormir tanto, que las cualidades que tengan no se den por vencidos al intentarlo 8 o 9 veces, tal vez será mejor que no hacer nada en la vida.
Muchas veces pensamos que las consecuencias son adversas.. Son patrañas. Que las personas queremos conocer, innovar, llevar métodos mas simples y poder prestarle el tiempo a otras cosas con mas significado para cada persona... "No intentarlo, la cualidad de los mediocres"
Personas que simplemente, no quieren tener nuevas experiencias por el hecho de no conocer o no equivocarse. Muchas veces los proyectos tienen mucha ilusión, constancia, perseverancia pero la gente pensara que estas loco. Pero tal vez terminaras luchando con tu iluso y hasta que no estés seguro que has dado lo máximo no dejes de intentarlo. "Si te apasiona, te importa" Las cosas como empezar un proyecto de "La Firma Mx" Tal vez para algunos te dicen que es lo peor, que no hay ganancias pero creanme que como decía mi abuelo.. La perseverancia es el camino de los héroes.. Simple.
La Firma Mx.
No cover: Si pueden donar un libro estaría cool.
7pm- 3 am Br. Guillermo Alejandro Perez Palma
Las personas que nacen con una computadora, donde sus interés son otros. No los peculiares por que viven en el medio de la sobrevivencia creciendo que la mejor solución es conocer. Esos estaremos hablando de la gente que deje de dormir tanto, que las cualidades que tengan no se den por vencidos al intentarlo 8 o 9 veces, tal vez será mejor que no hacer nada en la vida.
Muchas veces pensamos que las consecuencias son adversas.. Son patrañas. Que las personas queremos conocer, innovar, llevar métodos mas simples y poder prestarle el tiempo a otras cosas con mas significado para cada persona... "No intentarlo, la cualidad de los mediocres"
Personas que simplemente, no quieren tener nuevas experiencias por el hecho de no conocer o no equivocarse. Muchas veces los proyectos tienen mucha ilusión, constancia, perseverancia pero la gente pensara que estas loco. Pero tal vez terminaras luchando con tu iluso y hasta que no estés seguro que has dado lo máximo no dejes de intentarlo. "Si te apasiona, te importa" Las cosas como empezar un proyecto de "La Firma Mx" Tal vez para algunos te dicen que es lo peor, que no hay ganancias pero creanme que como decía mi abuelo.. La perseverancia es el camino de los héroes.. Simple.
La Firma Mx.
No cover: Si pueden donar un libro estaría cool.
7pm- 3 am Br. Guillermo Alejandro Perez Palma
domingo, 30 de octubre de 2016
La Firma Mx. #MeridaConCultura
La Firma Mx. Un proyecto innovador, donde toda la gente nerd. Se siente cobijada, por su música, su ambiente, los juegos y la manera de interactuar. Sin duda muchas veces creemos que nuestros sueños no se pueden cumplir, pero creo que eso es mentira. En la medida que le pongas empeño a las cosas, siempre te darán una cara muy feliz. Puede que a veces los comienzos o tener la idea, muchos no la crean. Por el hecho de ser diferente, de no ser el mismo paradigma o simplemente tener tus propios gustos.
Los esperamos. 7pm- a 3am. Reserva. 9999588638 Instagram: @LaFirmaMx
Facebook: La Firma Mx
martes, 25 de octubre de 2016
Noche en el 10 De Abril, Chetumal, Quintana Roo.
No pudo ser mejor. Fue una noche mágica, que nos regresó en el tiempo y nos hizo revivir los más bellos momentos de los Tigrillos de Chetumal. Los aficionados volvieron a ver a aquellos guerreros vestir la camiseta felina de las generaciones 83 al 89.
Con algunas canas, algunos kilos de más, otros con las rodillas dañados o los tobillos hechos trizas, pero ahí estaban. Nadie se lo quería perder. Era imperdonable. Quienes estuvieron lo disfrutaron. Son momentos que jamás regresan.
El estadio 10 de Abril lució de maravilla, se prestó para ocasión. En medio de abrazos, besos y uno que otro coyazo se saludaron cada uno de los jugadores que enfrentarían en esta ocasión a los Mapaches del ITCH.
En la banca se podía ver al legendario Pedro Poot Díaz, así como a quien fuera el presidente del equipo en aquella época, José Marzuca y al gerente Eduardo Leal. Más tarde llegó Marcos Chan Beltrán “El Manchas”.
El calentamiento fue leve (podían desgarrarse), pero la motivación fue intensa, el grito de 1,2,3 Tigrillos que hicieran inmortal se escuchó en todo lo alto junto a la canción de “Eye of theTiguer” le ponían ese sazón al partido. Los muchachos del “Tec” se veían opacados, casi 1-0 abajo sin haber iniciado el duelo.
El encuentro sería silbado por Benito Tirado, uno de los árbitros más rentables del futbol capitalino y que vive un gran momento, este fue acompañado por Francisco Unmanzor y Carlos Ramírez Jr. como asistentes.
En el graderío las voces de Ramón Zapata y Julio Cortes se escuchaban al unísono, ya que fueron quienes narraron el encuentro de manera magistral y única de “pe a pa” con un amplio conocimiento en la materia.
El conjunto felino inicio con Victor Aguilar Piña en la puerta, Antonio Spat, Christian Pérez, Johan Rubio y Efrén Rodríguez en la defensa, mientras que en el medio campo iniciaron Roberto Alcocer, Selin Hadad, Jorge Aguilar y Erick Rosado, mientras que los encargados de los goles fueron Victor Reyes y Jonathan “El Ratón” Pech, ahora conocido como la “Veterra”.
Sonó el silbato en todo lo alto y rodó el esférico en el estadio 10 de Abril, con unos Tigrillos que salieron a devorar a los Mapaches y dieron su primer anunció con un disparo de Selin Hadad que fue a dar al poste del portero Eric Hernán Martínez.
Minutos después, Víctor Reyes se hizo del esférico por la banda derecha, sacudió su marca y tocó para Roberto Alcocer, quien se quitó de encima a un rival pero recibió falta, misma que cobró de manera inmediata tocando para Selin Hadad, quien de tres cuartos de cancha sacó el zurdazo que fue a dar al ángulo un golazo y el 1-0 a favor de los felinos.
Pero los del ITCH no se quedaron con los brazos cruzados y en un centro al corazón del área Víctor Piña soltó el esférico y llegó Jesús Poot justo a la cita para mandar el balón al fondo de la red y con ello el 1-1.
Sin embargo, la garra felina no decayó y se fue con al frente, logrando una presión abrumadora que provocó el error de los estudiantes que perdieron el balón en la salida y Roberto “Bicho” Alcocer mandó el esférico al fon de la red para poner de nuevo a los felinos en ventaja, 2-1.
Para el segundo tiempo llegaron los cambios y uno de ellos le favoreció a los Tigrillos, ya que Adonay Flores entró con todo y en una escapada realizó el 3-1.
Pero los pupilos de Jesús “Chucho” Portilla respondieron y superaron al portero Negrete por medio de Amilcar Blanco para el 3-2. El partido se ponía más interesante.
En la recta final del encuentro, Adonay Flores volvió a hacer de las suyas y escapó entre los defensivos para convertir el 4-2 final en lo que fue una verdadera fiesta multicolor en el estadio 10 de Abril.
Los Ex Tigrillos agradecieron a su afición, así como al presidente municipal Luis Torres Llanes por todas sus facilidades y agradecieron el gesto de que estuviera en su representación Miguel Ortiz, director de juventud, así como Carlos Palma, director del deporte municipal.
Este evento se estará realizando año con año en el estadio de las “emociones” y se anuncian duelos ante los ex Taxistas, así como Ex Pioneros de Cancún o Ex Inter Playa del Carmen para hacerlo aún más atractivo.
lunes, 24 de octubre de 2016
CORPOICA ALBA ROSA RIVERA
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
México y la autosu ciencia alimentaria (sexenio 2006 -2012) Mexico and the food self-su ciency (six-year period 2006 -2012)
Alba Rosa Rivera de la Rosa1, Rafael Ortiz Pech2, Luis Alberto Araújo Andrade3, Jesús Amílcar Heredia4
1MSc en Economía. Coordinadora, Unidad de Posgrado e Investigación, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. alba.rivera@uady.mx 2PhD en Ciencias económicas. Profesor-Investigador, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. rafael.ortiz@uady.mx 3PhD en Educación. Profesor-Investigador. Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. aandrade@uady.mx 4Licenciado en Economía. Universidad Autónoma de Yucatán. jessus.amilcar.heredia@gmail.com
México y la autosu ciencia alimentaria (sexenio 2006 -2012) Mexico and the food self-su ciency (six-year period 2006 -2012)
Alba Rosa Rivera de la Rosa1, Rafael Ortiz Pech2, Luis Alberto Araújo Andrade3, Jesús Amílcar Heredia4
1MSc en Economía. Coordinadora, Unidad de Posgrado e Investigación, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. alba.rivera@uady.mx 2PhD en Ciencias económicas. Profesor-Investigador, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. rafael.ortiz@uady.mx 3PhD en Educación. Profesor-Investigador. Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida, Yucatán. aandrade@uady.mx 4Licenciado en Economía. Universidad Autónoma de Yucatán. jessus.amilcar.heredia@gmail.com
ABSTRACT
Today, Mexico challenges the globalization trends where richer countries export basic products to developing countries, generating a food crisis that negatively a ect the medium-small producers. For this reason, is important to study the behavior of the food market (exports and imports), since the current Mexican development model does not achieve that food security be a national policy guaranteeing the provision of food for the entire population. Speci cally, this article analyses the performance of the food situation during the six–year period 2006-2012, studying three basic foods for Mexican population (maize, bean, wheat) and others strategic food like sugar, sorghum and soy. In addition, it analyzes the performance of harvesting and sowing surface, exports and imports. Results indicated that the three main foods showed had high import growth rates decreasing national harvest and sowing surface, with a trade balance de cit during the six-year period studied. e conclusion is that the local producers need a change in the production dynamics and play a strategic role in the food production with new sustainable alternatives.
Key words: food self-su ciency, agricultural dependence, food security.
Today, Mexico challenges the globalization trends where richer countries export basic products to developing countries, generating a food crisis that negatively a ect the medium-small producers. For this reason, is important to study the behavior of the food market (exports and imports), since the current Mexican development model does not achieve that food security be a national policy guaranteeing the provision of food for the entire population. Speci cally, this article analyses the performance of the food situation during the six–year period 2006-2012, studying three basic foods for Mexican population (maize, bean, wheat) and others strategic food like sugar, sorghum and soy. In addition, it analyzes the performance of harvesting and sowing surface, exports and imports. Results indicated that the three main foods showed had high import growth rates decreasing national harvest and sowing surface, with a trade balance de cit during the six-year period studied. e conclusion is that the local producers need a change in the production dynamics and play a strategic role in the food production with new sustainable alternatives.
Key words: food self-su ciency, agricultural dependence, food security.
RESUMEN
© 2014 Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
Fecha de recepción: 23/04/2013
Fecha de aceptación: 25/09/2013
México se enfrenta en la actualidad a tendencias globales
en que los países ricos exportan productos básicos hacia
los países en desarrollo, las cuales han afectado a los
medianos y pequeños productores generando una crisis
productiva agrícola. Por ese motivo, es importante
estudiar el comportamiento del mercado de alimentos
(exportaciones e importaciones), pues el modelo de
desarrollo mexicano vigente no consigue que la seguridad
alimentaria sea una política nacional que garantice
la provisión de alimentos para toda la población.
Especí camente, este artículo analiza la situación
alimentaria durante el sexenio 2006-2012, tomando
tres alimentos básicos para los mexicanos: maíz, fríjol,
trigo; y otros, estratégicos como el azúcar, sorgo y soya.
Estudia su comportamiento desde el punto de vista de
super cie sembrada y cosechada, así como exportaciones e
importaciones; los resultados indican que los tres
alimentos presentan altas tasas de crecimiento en
importaciones con afectación a la super cie sembrada
y cosechada nacional provocando que la balanza
agropecuaria sea de citaria. La conclusión es que será
necesario un cambio en la dinámica productiva donde
los productores locales tomen un papel estratégico en
la producción de alimentos, con nuevas alternativas
productivas sostenibles.
Palabras claves: autosu ciencia alimentaria, dependencia agrícola, seguridad alimentaria.
Palabras claves: autosu ciencia alimentaria, dependencia agrícola, seguridad alimentaria.
p. 31-47
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INTRODUCCIÓN
La agricultura pertenece al grupo primario económico que produce bienes útiles al hombre incluida la alimen- tación y también donde las industrias toman sus insumos para ser procesados. La producción agrícola requiere elementos como tierra, trabajo, capital y organización para obtener productos que pueden consumirse ya sea dentro del país o fuera de él. Sin embargo, no siempre es posible tener excedentes de producción y es necesario importar. Cuando el país tiene que importar alimentos básicos y prioritarios se dice que padece de dependencia alimentaria.
Así, un país debe fortalecer su actividad agrícola por lo que requiere administrar e cientemente los recursos humanos, naturales y nancieros, principalmente para los productos básicos como el maíz, trigo, fríjol y arroz; las oleaginosas (soya) y los industrializables tales como la caña de azúcar y sorgo.
Sin embargo, esto no es fácil porque los precios de los productos agrícolas se han vuelto inestables y las empresas grandes (agroindustrias) han incursionado en el sector agrícola en perjuicio de los pequeños produc- tores. Se ha provocado una devastación del campo, sin políticas que permitan que los pequeños productores incursionen con éxito en los mercados; si se da el caso que nalmente encuentren un comprador reciben un pago inferior al costo de producción, por lo que abandonan la actividad y buscan obtener ingresos en otras actividades productivas. Esto provoca una mayor dependencia alimentaria en México y aumenta la inequidad social.
Plantearse las preguntas ¿para qué se produce?, ¿quién decide qué se produce?, ¿cómo producir?, ¿quién paga los costos de producción?, ¿quién obtiene las ganancias?, ¿quién paga las pérdidas en caso de haberlas en la producción? es muy importante cuando sus respuestas dependen del papel que asuma la producción agrícola dentro del modelo de desarrollo que tiende a variar si está orientado hacia el libre mercado o cuando el gobierno se involucra por razones sociales en la producción de alimentos (García et al., 1988).
El comportamiento del agro mexicano dio un revés en la década de 1970, pues el valor de la producción agrope- cuaria cayó a menos de la mitad en comparación con las de 1950 y 1960. De tal suerte que se dejó de contribuir a la generación de divisas para el país, y las remesas
y el petróleo tomaron su lugar. Esto provocó que los
gobiernos federales intervinieran más en el sector (Yúnez,
2010).
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el desempeño de la agricultura mexicana durante el periodo 2006-2012 en un entorno de apertura y con el TLCAN en vigor. Debido a que se ha perdido cierta autonomía alimentaria, se requiere demostrar las condiciones de México en la producción de alimentos básicos como maíz, fríjol y trigo. La producción de sorgo, soya y maíz está estancada en la agricultura nacional y no responde correctamente a las necesidades alimentarias cuando la población es creciente. Si se añaden los requerimientos o materias primas para la agroindustria (por ejemplo, paralos alimentos balanceados), las perspectivas para la ganadería no son halagüeñas. Por este motivo este estudio se considera de prioridad nacional, ya que no se puede hablar de crecimiento económico cuando no está garantizado lo más básico: la producción de alimentos para la población y de materias primas para la agroindustria.
Antecedentes
Según Menegus y Tortolero (1999), hay evidencia empírica para México de crecimiento económico acelerado cuando la población aumenta y los requeri- mientos alimenticios siguen ese mismo comportamiento. Este proceso se dio durante la economía colonial en los estados de Michoacán y Jalisco cuando las haciendas ganaderas de la región fueron abandonadas para permitir el cultivo de los cereales. En otra región, los estados de Zacatecas y Guanajuato vieron orecer la minería con población creciente. Lo anterior favoreció un vigoroso intercambio mercantil entre ambas regiones y condujo a que de otros estados más pobres, la población migrara a estas regiones, entre ellas al estado de Puebla y al centro de México. Los autores mencionados también indican que en la época colonial, para conocer la mejora en la producción de alimentos, en general se usaba el indicador de “diezmo eclesiástico”. Este incremento productivo originó cambios en el uso del suelo y una expansión de su producción a tal grado que Veracruz y Yucatán tuvieron una vinculación con la agricultura costera con los mercados del Caribe. Lo mismo pasó en Oaxaca y otras regiones en México.
La agricultura mexicana del siglo XIX mostró su carácter dual, pues gran parte de la producción era de autoconsumo en las pequeñas propiedades mientras que la agricultura comercial se practicaba en las haciendas y
La presente investigación tuvo como objetivo conocer el desempeño de la agricultura mexicana durante el periodo 2006-2012 en un entorno de apertura y con el TLCAN en vigor. Debido a que se ha perdido cierta autonomía alimentaria, se requiere demostrar las condiciones de México en la producción de alimentos básicos como maíz, fríjol y trigo. La producción de sorgo, soya y maíz está estancada en la agricultura nacional y no responde correctamente a las necesidades alimentarias cuando la población es creciente. Si se añaden los requerimientos o materias primas para la agroindustria (por ejemplo, paralos alimentos balanceados), las perspectivas para la ganadería no son halagüeñas. Por este motivo este estudio se considera de prioridad nacional, ya que no se puede hablar de crecimiento económico cuando no está garantizado lo más básico: la producción de alimentos para la población y de materias primas para la agroindustria.
Antecedentes
Según Menegus y Tortolero (1999), hay evidencia empírica para México de crecimiento económico acelerado cuando la población aumenta y los requeri- mientos alimenticios siguen ese mismo comportamiento. Este proceso se dio durante la economía colonial en los estados de Michoacán y Jalisco cuando las haciendas ganaderas de la región fueron abandonadas para permitir el cultivo de los cereales. En otra región, los estados de Zacatecas y Guanajuato vieron orecer la minería con población creciente. Lo anterior favoreció un vigoroso intercambio mercantil entre ambas regiones y condujo a que de otros estados más pobres, la población migrara a estas regiones, entre ellas al estado de Puebla y al centro de México. Los autores mencionados también indican que en la época colonial, para conocer la mejora en la producción de alimentos, en general se usaba el indicador de “diezmo eclesiástico”. Este incremento productivo originó cambios en el uso del suelo y una expansión de su producción a tal grado que Veracruz y Yucatán tuvieron una vinculación con la agricultura costera con los mercados del Caribe. Lo mismo pasó en Oaxaca y otras regiones en México.
La agricultura mexicana del siglo XIX mostró su carácter dual, pues gran parte de la producción era de autoconsumo en las pequeñas propiedades mientras que la agricultura comercial se practicaba en las haciendas y
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ECONOMÍA Y DESARROLLO
RURAL
enero - junio / 2014 México y la autosu ciencia alimentaria (sexenio 2006 -2012)
grandes terrenos (ranchos, por ejemplo). De hecho, el
gobierno mexicano intervino en el sector agrícola para
fomentar la agricultura mercantil. Sin embargo, los pueblos
tradicionales no fueron bene ciados de estos cambios
por lo que siguieron practicando sistemas de cultivo que
garantizaran la existencia de sus comunidades.
Así, el campo mexicano es producto de una serie de acontecimientos históricos que se convierten en determinantes para el desarrollo del país, entre ellos la Revolución Mexicana que tuvo entre sus principales causas la existencia de grandes haciendas y la lucha por la tierra de acuerdo con los ideales zapatistas: “La tierra es de quien la trabaja”. Emiliano Zapata junto con el General Francisco Villa lograron hacer de este movi- miento social uno de los más signi cativos en América Latina a principios del siglo XX. Como resultado de la Revolución, pero hecho realidad hasta la década de 1930 con el presidente de la República, Lázaro Cárdenas, el ejido colectivo representó el baluarte del éxito campesino sobre los grandes hacendados. En algunos casos el ejido fue exitoso y en otros no, lo que sí fue un hecho es que hasta antes de la década de 1970 la producción de alimentos había logrado satisfacer la demanda de la población (Otto, 1983).
Arroyo (1988) indica que como resultado de la Revolución Verde en la década de 1950, el campo mexicano logró modernizarse en alguna parte de la agricultura, principalmente las pequeñas empresas del norte y centro del país, pero produjo una heterogeneidad campesina provocando desigualdades (pobreza, margi- nación) y desempleo, así como migración a las principales ciudades de los Estados Unidos. La Revolución Verde provocó también una gran polaridad entre grandes plan- taciones de tipo comercial que resultaron bene ciadas de este proceso por contar con riego, insumos, semillas mejoradas y tecnología, mientras que la pequeña propiedad de temporal productora de alimentos básicos se deterioró signi cativamente, al no contar con estas características; de esta manera, las empresas poderosas monopolizaron el control de semillas y de insumos agrícolas (Barkin y Suárez, 1985).
En la década de 1970 existió un auge en la producción alimentaria, pero a partir de esa época el país ha perdido paulatinamente su autosu ciencia alimentaria, lo que ha llevado al incremento de las importaciones de alimentos y de insumos para la agricultura y la agroindustria. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se obligó a los productores a competir con
Así, el campo mexicano es producto de una serie de acontecimientos históricos que se convierten en determinantes para el desarrollo del país, entre ellos la Revolución Mexicana que tuvo entre sus principales causas la existencia de grandes haciendas y la lucha por la tierra de acuerdo con los ideales zapatistas: “La tierra es de quien la trabaja”. Emiliano Zapata junto con el General Francisco Villa lograron hacer de este movi- miento social uno de los más signi cativos en América Latina a principios del siglo XX. Como resultado de la Revolución, pero hecho realidad hasta la década de 1930 con el presidente de la República, Lázaro Cárdenas, el ejido colectivo representó el baluarte del éxito campesino sobre los grandes hacendados. En algunos casos el ejido fue exitoso y en otros no, lo que sí fue un hecho es que hasta antes de la década de 1970 la producción de alimentos había logrado satisfacer la demanda de la población (Otto, 1983).
Arroyo (1988) indica que como resultado de la Revolución Verde en la década de 1950, el campo mexicano logró modernizarse en alguna parte de la agricultura, principalmente las pequeñas empresas del norte y centro del país, pero produjo una heterogeneidad campesina provocando desigualdades (pobreza, margi- nación) y desempleo, así como migración a las principales ciudades de los Estados Unidos. La Revolución Verde provocó también una gran polaridad entre grandes plan- taciones de tipo comercial que resultaron bene ciadas de este proceso por contar con riego, insumos, semillas mejoradas y tecnología, mientras que la pequeña propiedad de temporal productora de alimentos básicos se deterioró signi cativamente, al no contar con estas características; de esta manera, las empresas poderosas monopolizaron el control de semillas y de insumos agrícolas (Barkin y Suárez, 1985).
En la década de 1970 existió un auge en la producción alimentaria, pero a partir de esa época el país ha perdido paulatinamente su autosu ciencia alimentaria, lo que ha llevado al incremento de las importaciones de alimentos y de insumos para la agricultura y la agroindustria. Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se obligó a los productores a competir con
productos baratos y subsidiados de los Estados Unidos,
y México se convirtió en importador de granos en vez
de ser autosu ciente. El TLCAN lo que ha provocado
se resume con tres características: poca diversi cación
de productos mexicanos exportables, dependencia
comercial con Estados Unidos de América e importador
neto de granos básicos, en vez de aprovechar las ventajas
competitivas del país.
Sin embargo, según un estudio de la OCDE (2007), el campo mexicano tiene todavía un fuerte peso, ya que 83% del territorio nacional se considera predominantemente del sector rural con una población de 36% en localidades con un máximo de 2500 habitantes y una participación en el PIB de 26%. La parte urbana tiene apenas 7% del territorio nacional, pero aporta el 75% del PIB con una población de 49%. En términos generales, la aportación de la agricultura al PIB es apenas de 2%, lo cual pone en evidencia la falta de productividad de este sector. En cuanto a la tenencia de la tierra, en el Censo Agrícola, Ganadero y Ejidal de 2007, se reporta que 93% de la super cie laborable la concentra 5% de los productores de más de cinco hectáreas, mientras el 95% de productores menores de 5 hectáreas tiene apenas 7% de la tierra laborable.
Por lo tanto, la baja productividad del campo que conlleva a México a no tener una autosu ciencia alimentaria es producto, en parte, de la dualidad entre grandes y pequeños productores acompañados de políticas de fomento que privilegia a los primeros en términos productivos y a los segundos en términos asistencialistas, aunque los pequeños productores no necesariamente son incompetentes. Torres (2012) indica que hay evidencia de que las pequeñas agroindustrias rurales basan su producción en conocimientos locales que les han permitido incrementar el valor agregado de su producción rural, mejorar el ingreso familiar, generar empleos en la zona rural y contribuir a la seguridad alimentaria rural y urbana.
Según los datos que reporta la página Subsidios al Campo (2012) de 1994 a 2009 el estado de Sinaloa, que se dedica mayoritariamente a la exportación de hortalizas (Acosta, 2006), obtuvo 10,7% de los subsidios otorgados al campo, equivalente a 22.183 millones de pesos mexicanos, para un total de 72.999 unidades de producción; mientras que Yucatán obtuvo sólo 0,80%, equivalente a 1720 millones de pesos mexicanos para 68.879 unidades de producción. Así, Berlanga (2009) concluye que “los mayores recursos que llegan a los
Sin embargo, según un estudio de la OCDE (2007), el campo mexicano tiene todavía un fuerte peso, ya que 83% del territorio nacional se considera predominantemente del sector rural con una población de 36% en localidades con un máximo de 2500 habitantes y una participación en el PIB de 26%. La parte urbana tiene apenas 7% del territorio nacional, pero aporta el 75% del PIB con una población de 49%. En términos generales, la aportación de la agricultura al PIB es apenas de 2%, lo cual pone en evidencia la falta de productividad de este sector. En cuanto a la tenencia de la tierra, en el Censo Agrícola, Ganadero y Ejidal de 2007, se reporta que 93% de la super cie laborable la concentra 5% de los productores de más de cinco hectáreas, mientras el 95% de productores menores de 5 hectáreas tiene apenas 7% de la tierra laborable.
Por lo tanto, la baja productividad del campo que conlleva a México a no tener una autosu ciencia alimentaria es producto, en parte, de la dualidad entre grandes y pequeños productores acompañados de políticas de fomento que privilegia a los primeros en términos productivos y a los segundos en términos asistencialistas, aunque los pequeños productores no necesariamente son incompetentes. Torres (2012) indica que hay evidencia de que las pequeñas agroindustrias rurales basan su producción en conocimientos locales que les han permitido incrementar el valor agregado de su producción rural, mejorar el ingreso familiar, generar empleos en la zona rural y contribuir a la seguridad alimentaria rural y urbana.
Según los datos que reporta la página Subsidios al Campo (2012) de 1994 a 2009 el estado de Sinaloa, que se dedica mayoritariamente a la exportación de hortalizas (Acosta, 2006), obtuvo 10,7% de los subsidios otorgados al campo, equivalente a 22.183 millones de pesos mexicanos, para un total de 72.999 unidades de producción; mientras que Yucatán obtuvo sólo 0,80%, equivalente a 1720 millones de pesos mexicanos para 68.879 unidades de producción. Así, Berlanga (2009) concluye que “los mayores recursos que llegan a los
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municipios rurales son para el combate a la pobreza y no para promover actividades productivas o de protección al ambiente. La acción pública en el sector rural se concentra en la vertiente social a través de subsidios directos para mejorar las condiciones de vida y no en impulsar actividades productivas que generan empleo e ingresos permanentes para la población”.
Estudios empíricos muestran que algunos programas de apoyo o subsidios al campo no cumplen con su propósito, lo cual complica la situación anterior. Por ejemplo, el programa “Desarrollo Rural” -ejecutado por el Programa de Capacitación a Productores Rurales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ya el program Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca)- puso énfasis en las regiones rurales más marginadas, pero los resultados han sido regresivos.
Lo mismo sucede con el programa de apoyos directos al campo conocido como Procampo (subsidio directo que el Gobierno Federal otorga a través de Sagarpa, y el cual tiene como objetivo apoyar el ingreso de los productores rurales, subsidios a la irrigación y diésel) que también son subsidios regresivos en cuanto aumentan la desigualdad y anulan el efecto distributivo de pro- gramas sociales como Oportunidades. Este último es un programa federal para el desarrollo humano de la población en pobreza extrema, que brinda apoyos en educación, salud, nutrición e ingreso, y lo implementa la Secretaría de Desarrollo Rural –Sedesol- (Yúnez, 2010). Este apoyo es otorgado a los productores de acuerdo con las hectáreas inscritas en el programa.
A este respecto, Oropeza (2008) indica que los produc- tores del campo mexicano se pueden clasi car en cuatro grupos. El primero se caracteriza porque son productores y empresarios agrícolas a la vez y cuentan con capacidad técnica, nanciera y comercial. En el segundo grupo se encuentran productores que disponen de tierras, máquinas, etc.; pero que carecen de apoyos nancieros y comerciales. El tercer grupo maneja medianas y pequeñas unidades de producción y carecen de apoyos nancieros y de mercado. El cuarto está formado por productores que no acuden al mercado pues son ejidatarios con tierras de 5 hectáreas o menos y forman la mayoría del sector rural y que viven marginados, dispersos y pobres pues no obtienen ingresos por la venta de sus productos, por lo que se dedican al auto- consumo de sus cosechas.
Así, el campo adolece de asistencia técnica para la producción de alimentos básicos que son parte de la dieta diaria de los mexicanos como el maíz y fríjol, mientras que la política crediticia y de seguros es inope- rante e inexistente (Rello, 2009). También la presencia de terceros en cuanto a la comercialización, una política nacional no de nida en cuanto a la protección de las semillas nativas y a la biodiversidad abundante en México con la presencia de comunidades de grupos primige- nios; todos conducen, explícitamente al fracaso de un campo mexicano que no responde a las necesidades de alimentos y materias primas de manera e caz y e ciente. Existe una constante pérdida de agrobiodiversidad y una peligrosa dependencia de los agricultores con pocas variedades de semillas (Puyana y Romero, 2005).
Marco teórico
La seguridad alimentaria, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), se puede alcanzar mediante la producción interna e importaciones. Esta seguridad comprende tanto la oferta como la demanda y ambas deben ser simultáneas; por eso es importante tomar en cuenta la disponibilidad de divisas, así como la interdependencia de los países en los mercados inter- nacionales de productos alimenticios (Arroyo, 1998). Este enfoque propone que la solución del problema alimenticio implica el aumento de la oferta alimentaria de productos básicos y el acceso efectivo a toda la población.
El modelo anterior llamado “crecimiento socialmente excluyente” ha generado un alto grado de concentración del ingreso y está sustentado en una industrialización basada en la sustitución de importaciones de bienes manufacturados en los términos de intercambio entre agricultura e industria.
Lo anterior lleva a los conceptos de autosu ciencia y seguridad alimentaria que es necesario distinguir en el corto y largo plazo. Según Arroyo (1988) para la autosu ciencia se re ere al corto plazo determinada por el poder de compra de la población, la que no necesa- riamente coincide con sus necesidades. Mientras que la seguridad alimentaria toma en cuenta los ujos alimen- tarios que afectan la balanza comercial y la disponibilidad de pagos y que a largo plazo, para los productores nacionales implican cambios en la propiedad de la tierra, precios, crédito y salarios reales y así satisfacer las necesidades alimentarias de México. Otra de nición de seguridad alimentaria, según Holt-Giménez y Patel (2012) es el derecho que toda persona tiene para tener
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RURAL
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una alimentación saludable, apropiada y producida soste-
niblemente, y para decidir sobre sus propios sistemas
agrícolas y alimenticios.
Torres (2003) considera la seguridad nacional como una aproximación conceptual a la seguridad alimentaria. Esta relación se aplica en economías donde existe pobreza; lo que puede provocar problemas de carencia y des- igualdad degradando la calidad de vida de los habitantes de un estado y que in uiría en la estabilidad social. La similitud opera bajo criterios de riesgo y defensa, por lo que es necesario ubicarlos y combatirlos. Sin embargo, la seguridad alimentaria requiere diversas condiciones previas para ser considerada de seguridad nacional, pero en general está relacionada con la vulnerabilidad social al no tener accesibilidad alimentaria.
Así, la seguridad alimentaria se convierte en un problema de desarrollo económico cuando se re ere a la inseguridad de no poseer los medios monetarios para los alimentos su cientes y necesarios. Con esto, es imperativa la elaboración de políticas de gobierno que minimicen esta problemática (sobre todo la desnutri- ción) al igual que medidas focalizadas, aunque pudieran ser sólo soluciones limitadas. Por eso, la variable tiempo junto con las expectativas inciertas representan un factor muy importante para ser tomadas en cuenta y tener más seguridad y equilibrio social (autosu ciencia alimentaria).
Para Etxezarreta (2006), la seguridad alimentaria se relaciona directamente con los graves problemas de sanidad alimentaria, no obstante, la población es cada vez más consciente de asegurarse de una calidad en la alimentación. Los problemas de seguridad alimentaria inquietan a la población, debido a los riesgos de la agri- cultura intensiva, la siembra de semillas transgénicas y los impactos en la salud humana por la biotecnología.
La seguridad alimentaria tiene una estrecha relación con la dependencia alimentaria, pues la importación que un país realiza de granos básicos provenientes de otro genera migración, desnutrición, incremento del desempleo y de empleos informales y precarios. Todo esto conlleva a que los pobladores rurales abandonen el sector para diversi carse y complementarse con los sectores secundario y terciario (Martínez y Vallejo, 2011).
La seguridad alimentaria provoca la soberanía alimentaria como una relación de largo plazo, que además incorpora a la agricultura sostenible. Más allá de factores de orden
Torres (2003) considera la seguridad nacional como una aproximación conceptual a la seguridad alimentaria. Esta relación se aplica en economías donde existe pobreza; lo que puede provocar problemas de carencia y des- igualdad degradando la calidad de vida de los habitantes de un estado y que in uiría en la estabilidad social. La similitud opera bajo criterios de riesgo y defensa, por lo que es necesario ubicarlos y combatirlos. Sin embargo, la seguridad alimentaria requiere diversas condiciones previas para ser considerada de seguridad nacional, pero en general está relacionada con la vulnerabilidad social al no tener accesibilidad alimentaria.
Así, la seguridad alimentaria se convierte en un problema de desarrollo económico cuando se re ere a la inseguridad de no poseer los medios monetarios para los alimentos su cientes y necesarios. Con esto, es imperativa la elaboración de políticas de gobierno que minimicen esta problemática (sobre todo la desnutri- ción) al igual que medidas focalizadas, aunque pudieran ser sólo soluciones limitadas. Por eso, la variable tiempo junto con las expectativas inciertas representan un factor muy importante para ser tomadas en cuenta y tener más seguridad y equilibrio social (autosu ciencia alimentaria).
Para Etxezarreta (2006), la seguridad alimentaria se relaciona directamente con los graves problemas de sanidad alimentaria, no obstante, la población es cada vez más consciente de asegurarse de una calidad en la alimentación. Los problemas de seguridad alimentaria inquietan a la población, debido a los riesgos de la agri- cultura intensiva, la siembra de semillas transgénicas y los impactos en la salud humana por la biotecnología.
La seguridad alimentaria tiene una estrecha relación con la dependencia alimentaria, pues la importación que un país realiza de granos básicos provenientes de otro genera migración, desnutrición, incremento del desempleo y de empleos informales y precarios. Todo esto conlleva a que los pobladores rurales abandonen el sector para diversi carse y complementarse con los sectores secundario y terciario (Martínez y Vallejo, 2011).
La seguridad alimentaria provoca la soberanía alimentaria como una relación de largo plazo, que además incorpora a la agricultura sostenible. Más allá de factores de orden
tecnológico es importante poner énfasis en la agricultura
familiar y diversi cada; para ello será necesario reformas
en las políticas agrarias y agrícolas, con el manejo de los
recursos naturales, el mejoramiento de las condiciones
de vida, equidad de género y derechos indígenas, la scali-
zación de actividades nocivas y la relación entre lo local y
lo global, la participación campesina y ciudadana en un
proceso endógeno de desarrollo (Morales, 2011).
Si la producción agrícola crece al mismo ritmo que la población, se relaciona con un crecimiento estático; en cambio, si crece más rápidamente que la población, se re ere a una “revolución agraria”, en el sentido de que se amplía la cantidad de tierras destinadas al cultivo más que la innovación tecnológica (Menegus y Tortolero, 1999).
La producción de alimentos, desde el punto de vista del productor, presenta otra perspectiva; a continuación se presenta el modelo microeconómico de Boots (1997, mencionado en Mendoza, 2005). Este modelo indica que el objetivo del productor agrícola es maximizar el bene cio (Π), dados los precios, insumos jos y factores ambientales. Considera al productor h, quien está administrando diversas parcelas que se denotan como p. Por lo tanto, la función de bene cio en el corto plazo Πhp (p, zhp) para el campesino h en su parcela p es:
Πhp (p,zhp) = max {pyhp} = py*hp
Se asume que la función de bene cios es continua y es diferenciable dos veces. Además los bene cios no son negativos y los precios de la producción no son decre- cientes, que los precios son convexos y homogéneos lineales.
Si la producción agrícola crece al mismo ritmo que la población, se relaciona con un crecimiento estático; en cambio, si crece más rápidamente que la población, se re ere a una “revolución agraria”, en el sentido de que se amplía la cantidad de tierras destinadas al cultivo más que la innovación tecnológica (Menegus y Tortolero, 1999).
La producción de alimentos, desde el punto de vista del productor, presenta otra perspectiva; a continuación se presenta el modelo microeconómico de Boots (1997, mencionado en Mendoza, 2005). Este modelo indica que el objetivo del productor agrícola es maximizar el bene cio (Π), dados los precios, insumos jos y factores ambientales. Considera al productor h, quien está administrando diversas parcelas que se denotan como p. Por lo tanto, la función de bene cio en el corto plazo Πhp (p, zhp) para el campesino h en su parcela p es:
Πhp (p,zhp) = max {pyhp} = py*hp
Se asume que la función de bene cios es continua y es diferenciable dos veces. Además los bene cios no son negativos y los precios de la producción no son decre- cientes, que los precios son convexos y homogéneos lineales.
p. 31-47
Así mismo, la elasticidad de la oferta de producción
agrícola (ηij) con relación al precio j del insumo (pj) 35 puede ser:
ηij = (δy0 / y0) / (δpj / pj) = δy0 / δpj x pj /y0 = pj / y0.
agrícola (ηij) con relación al precio j del insumo (pj) 35 puede ser:
ηij = (δy0 / y0) / (δpj / pj) = δy0 / δpj x pj /y0 = pj / y0.
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Donde
i, j
= 1,2,.... (m-1).
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Para Mendoza (2005) el modelo está basado en aspectos
microeconómicos de comportamiento del productor
como una función de producción que maximiza sus
ganancias y en un sistema que responde a la oferta
y la demanda. La función de ganancias es dual y
está determinada por la diferencia de los precios de los
insumos y la venta de los productos así como de otros
factores ambientales. Este modelo encaja cuando se
re ere a pequeños productores que dependen de los
recursos naturales del territorio, quienes normalmente
están en condiciones de pobreza, aunque su producción
tiene un importante impacto y con las políticas actuales
se les ha dotado de tecnología sostenible y la respuesta
en términos productivos ha sido muy buena.
MATERIALES Y MÉTODOS
Primero se documentó la parte teórica con información recabada de libros, revistas y páginas serias de internet que están referidas en la bibliografía de este artículo, para luego revisar toda la información estadística obtenida de instituciones o ciales que proveen datos sobre las hectáreas de siembra y cosecha de seis principales bienes básicos de consumo analizados en este estudio; maíz, caña de azúcar, fríjol, trigo, soya y sorgo. Entre las instituciones se encuentra el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Sagarpa (SIAP) y el Banco de México.
Con estos datos se construyeron series de tiempo usando una hoja de Excel®, para cada uno de los bienes estudiados, de los cuales se manejó información del Banco de México; especialmente, se analizan tres productos agrícolas prioritarios y estratégicos (maíz, fríjol y trigo) en cuanto a importaciones y exportaciones. Con esa información se realizaron tablas comparativas y nalmente grá cas. También se calcularon tasas de crecimiento cambio porcentual entre un tiempo y otro en el pasado; es decir (t1 – t -1) / t1, las cuales se expresan en tablas estadísticas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Situación alimentaria en México 2006-2012
El mundo de hoy se encuentra en una recesión en la que México está inmerso. América del Norte empezó con una crisis de precios de alimentos en 2006 para luego caer en otra crisis nanciera. Después de esa fecha, entre 2006 y 2008, la escasez de alimentos se expandió internacionalmente, los precios subieron tanto que fue difícil que algunas
MATERIALES Y MÉTODOS
Primero se documentó la parte teórica con información recabada de libros, revistas y páginas serias de internet que están referidas en la bibliografía de este artículo, para luego revisar toda la información estadística obtenida de instituciones o ciales que proveen datos sobre las hectáreas de siembra y cosecha de seis principales bienes básicos de consumo analizados en este estudio; maíz, caña de azúcar, fríjol, trigo, soya y sorgo. Entre las instituciones se encuentra el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Sagarpa (SIAP) y el Banco de México.
Con estos datos se construyeron series de tiempo usando una hoja de Excel®, para cada uno de los bienes estudiados, de los cuales se manejó información del Banco de México; especialmente, se analizan tres productos agrícolas prioritarios y estratégicos (maíz, fríjol y trigo) en cuanto a importaciones y exportaciones. Con esa información se realizaron tablas comparativas y nalmente grá cas. También se calcularon tasas de crecimiento cambio porcentual entre un tiempo y otro en el pasado; es decir (t1 – t -1) / t1, las cuales se expresan en tablas estadísticas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Situación alimentaria en México 2006-2012
El mundo de hoy se encuentra en una recesión en la que México está inmerso. América del Norte empezó con una crisis de precios de alimentos en 2006 para luego caer en otra crisis nanciera. Después de esa fecha, entre 2006 y 2008, la escasez de alimentos se expandió internacionalmente, los precios subieron tanto que fue difícil que algunas
personas compraran lo básico, tal y como el Programa
Mundial de Alimentos advirtió que las reservas de alimentos
no serían su cientes para tal necesidad.
Entre 2000 y 2006, los países exportadores de alimentos recibieron más divisas por la venta de los productos; pero no por un aumento en cantidad, sino por un aumento de precios, lo que provocó que más personas en el mundo se quedaran sin alimentos su cientes, así como en pobreza extrema. Holt-Giménez y Patel (2012) indican que en muchos países hubo manifestaciones y reacciones populares como el caso de Haití. Por eso es importante que los sistemas alimentarios ya no sean “propiedad” de los mercados mundiales y no estén regulados por especuladores financieros.
En México, para apoyar el campo, el gobierno destina grandes montos en subsidios para programas como Procampo; según la OECD (2011), cerca de 90% de los agricultores mexicanos recibieron subsidios, que son una parte signi cativa de los ingresos de los agricultores más pobres, aunque los productores comerciales también recibieron bene cios sustanciales. Sin embargo, para la OECD este programa es más regresivo que otros que combaten la pobreza, como el caso de Oportunidades. En promedio se ha erogado 5% del PIB agrícola y representa alrededor de 20% del gasto total de Sagarpa en el 2010.
Como se nota, la crisis alimentaria no fue provocada por la falta de apoyos o de sobrepoblación, ya que mundialmente la oferta de alimentos fue mayor que la demanda. Lo que sucede en realidad es que la mayoría de la población es demasiado pobre y no puede comprar los alimentos caros. Esto ha llevado a la preocupación en una de las Metas del Milenio pues establece que el número de personas con hambre subió a 700 millones en 1986, a 800 millones en 1998 y hasta mil millones en 2012, ya que los precios de los bienes no bajan con relación a años anteriores (Holt-Giménez y Patel, 2012). Además, el problema se complica cuando sube el precio del petróleo, se expande la producción de agrocombustibles, aumenta el consumo de carnes (porque la alimentación de los animales es con granos), pérdida de cosechas y especulación en los precios de alimentos. El problema es mayor cuando el control de tierras agrícolas se concentra en pocas manos y hay fuerzas de sistemas alimentarios (empresas poderosas) que pretenden controlar el mercado.
Por ese motivo, uno de los retos más grandes de países como México es lograr la autosu ciencia alimentaria que tiene que ver con la soberanía alimentaria (Torres, 2003), la primera es la capacidad que tiene un país de
Entre 2000 y 2006, los países exportadores de alimentos recibieron más divisas por la venta de los productos; pero no por un aumento en cantidad, sino por un aumento de precios, lo que provocó que más personas en el mundo se quedaran sin alimentos su cientes, así como en pobreza extrema. Holt-Giménez y Patel (2012) indican que en muchos países hubo manifestaciones y reacciones populares como el caso de Haití. Por eso es importante que los sistemas alimentarios ya no sean “propiedad” de los mercados mundiales y no estén regulados por especuladores financieros.
En México, para apoyar el campo, el gobierno destina grandes montos en subsidios para programas como Procampo; según la OECD (2011), cerca de 90% de los agricultores mexicanos recibieron subsidios, que son una parte signi cativa de los ingresos de los agricultores más pobres, aunque los productores comerciales también recibieron bene cios sustanciales. Sin embargo, para la OECD este programa es más regresivo que otros que combaten la pobreza, como el caso de Oportunidades. En promedio se ha erogado 5% del PIB agrícola y representa alrededor de 20% del gasto total de Sagarpa en el 2010.
Como se nota, la crisis alimentaria no fue provocada por la falta de apoyos o de sobrepoblación, ya que mundialmente la oferta de alimentos fue mayor que la demanda. Lo que sucede en realidad es que la mayoría de la población es demasiado pobre y no puede comprar los alimentos caros. Esto ha llevado a la preocupación en una de las Metas del Milenio pues establece que el número de personas con hambre subió a 700 millones en 1986, a 800 millones en 1998 y hasta mil millones en 2012, ya que los precios de los bienes no bajan con relación a años anteriores (Holt-Giménez y Patel, 2012). Además, el problema se complica cuando sube el precio del petróleo, se expande la producción de agrocombustibles, aumenta el consumo de carnes (porque la alimentación de los animales es con granos), pérdida de cosechas y especulación en los precios de alimentos. El problema es mayor cuando el control de tierras agrícolas se concentra en pocas manos y hay fuerzas de sistemas alimentarios (empresas poderosas) que pretenden controlar el mercado.
Por ese motivo, uno de los retos más grandes de países como México es lograr la autosu ciencia alimentaria que tiene que ver con la soberanía alimentaria (Torres, 2003), la primera es la capacidad que tiene un país de
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producir alimentos su cientes para su población y la
segunda se encuentra establecida en Ley de Desarrollo
Rural Sostenible (2011) Capítulo XVII de la Seguridad
y Soberanía Alimentaria en el Artículo 178: “El Estado
establecerá las medidas para procurar el abasto de
alimentos y productos básicos estratégicos a la población,
promoviendo su acceso a los grupos sociales menos
favorecidos dando prioridad a la producción nacional”.
Los alimentos que se consideran “básicos y estratégicos”
son: maíz, caña de azúcar, fríjol, trigo, arroz, sorgo, café,
huevo, leche, carne de bovinos, porcinos, aves y pescado.
Tanto la autosu ciencia como la soberanía alimentaria
conducen a un mayor grado de equidad social y elevan
los niveles de nutrición de la población, no puede concebirse
el desarrollo de un país sin niños y adultos bien alimentados,
condición que permite la posibilidad de educación y a
una vida digna.
No obstante y a pesar de la propia Ley de Desarrollo Rural Sostenible, México empezó el sexenio 2006-2012 con una política que daba continuación al modelo “hacia afuera”, basado en la producción de exportaciones que fueran competitivas en los mercados mundiales mientras que la producción de alimentos tradicionales básicos quedó sujeta a los precios internacionales y a la compra de importaciones. “La mayor e ciencia del sector se buscó mediante la eliminación de las acciones del Estado que afectaban el libre movimiento de los precios, cantidades, calidades, y los factores que condujeran a niveles que equilibraran los mercados. Dicho de otra manera, se trata de poner los precios en orden, eliminando las políticas públicas de fomento” (Puyana y Romero, 2005).
No obstante y a pesar de la propia Ley de Desarrollo Rural Sostenible, México empezó el sexenio 2006-2012 con una política que daba continuación al modelo “hacia afuera”, basado en la producción de exportaciones que fueran competitivas en los mercados mundiales mientras que la producción de alimentos tradicionales básicos quedó sujeta a los precios internacionales y a la compra de importaciones. “La mayor e ciencia del sector se buscó mediante la eliminación de las acciones del Estado que afectaban el libre movimiento de los precios, cantidades, calidades, y los factores que condujeran a niveles que equilibraran los mercados. Dicho de otra manera, se trata de poner los precios en orden, eliminando las políticas públicas de fomento” (Puyana y Romero, 2005).
Los resultados fueron desalentadores para las exportaciones
(tabla 1) ya que su tasa promedio de crecimiento fue
de 7,9%. Por su parte las importaciones tuvieron un
crecimiento promedio de 12,3% explicando la persistente
pérdida de autosu ciencia alimentaria para México. En
la gura 1 se muestra la tendencia durante el sexenio, de
la superación de las importaciones sobre las exportaciones
con saldos predominantes negativos para la Balanza
Comercial de Productos Agropecuarios.
Tabla 1. Tasa de crecimiento anual de productos agropecuarios
Tabla 1. Tasa de crecimiento anual de productos agropecuarios
Año
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Tasa
de crecimiento anual (exportaciones)
14,29
8,47
6,47
-2,14
11,45
19,73
Tasa
de crecimiento anual (importaciones)
15,74
24,51
31,62
-27,26
14,34
33,48
-6,16
12,32
2012* -3,14
Promedio 7,88
Promedio 7,88
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
* Los datos del 2012 son de enero a noviembre.
Figura 1. Exportaciones e importaciones de productos agropecuarios
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
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Siguiendo la Ley de Desarrollo Rural Sostenible, se escogieron para su análisis -en cuanto a hectáreas de producción- dos variables: siembra y cosecha para seis productos de la canasta básica que se consideran estratégicos; maíz, caña de azúcar, fríjol, trigo, sorgo y soya.
En el 2011 la cosecha de maíz reportó 6,06 millones de hectáreas con una producción de 17,6 millones de toneladas. Si se comparan estos datos con los de 1980 y 2002 se reportan 7,6 y 8,3 millones de hectáreas cosechadas, y 10,1 y 18,5 millones de toneladas, respectivamente; tendencia que muestra una disminución y estancamiento en los últimos 20 años con rendimiento de 2,91 toneladas por hectárea.
La producción de maíz en México constituye un problema de seguridad nacional pues es el principal cultivo en la alimentación de la población, sobre todo en una amplia parte de las zonas rurales que en muchos casos se encuentran en pobreza extrema y alta marginación.
La gura 2 muestra un aumento en la super cie sembrada y una disminución en cuanto a la super cie cosechada. Ávila et al. (2008) indican que la super cie sembrada ha crecido muy poco, pues no se ha fomentado la expansión del área. Por el contrario, desde la rma del TLCAN se ha impulsado recurrentemente la reconversión productiva de las áreas maiceras de menores rendimientos, por lo
que se ha incrementado la producción (no por aumento
de la super cie, sino por el aumento de los rendimientos
por hectárea). La diferencia entre super cie sembrada y
cosechada se da principalmente por cambios climáticos
como sequías, inundaciones, heladas, huracanes, plagas
o vientos fuertes que provocan el derribo de las plantas.
Los sistemas de producción del maíz en varias regiones de México son en su mayoría de temporal (dependen de las lluvias), con poco uso de fertilizantes, no mecanizados, con super cies menores a una hectárea. La producción de tales sistemas se destina para autoconsumo familiar que no alcanza para satisfacer las necesidades alimentarias de todo el año. Solamente los sistemas de producción de riego tienen la posibilidad de lograr competitividad; y una parte de las cosechas se destina al mercado nacional, aunque son afectados por las importaciones y los precios internacionales del grano.
La producción se destina para consumo humano (principal- mente el maíz blanco), insumo industrial y para la elaboración de otros productos; en los dos primeros, se requiere transformación para la elaboración de tortillas, harinas, aceites, gluten, etc. La industria harinera del maíz ha crecido en participación dentro del mercado, y en la actualidad empresas comerciales agrícolas controlan gran parte de la producción.
Los sistemas de producción del maíz en varias regiones de México son en su mayoría de temporal (dependen de las lluvias), con poco uso de fertilizantes, no mecanizados, con super cies menores a una hectárea. La producción de tales sistemas se destina para autoconsumo familiar que no alcanza para satisfacer las necesidades alimentarias de todo el año. Solamente los sistemas de producción de riego tienen la posibilidad de lograr competitividad; y una parte de las cosechas se destina al mercado nacional, aunque son afectados por las importaciones y los precios internacionales del grano.
La producción se destina para consumo humano (principal- mente el maíz blanco), insumo industrial y para la elaboración de otros productos; en los dos primeros, se requiere transformación para la elaboración de tortillas, harinas, aceites, gluten, etc. La industria harinera del maíz ha crecido en participación dentro del mercado, y en la actualidad empresas comerciales agrícolas controlan gran parte de la producción.
Figura 2. Siembra y cosecha de maíz en grano*
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012).
*Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
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En relación con la producción de caña de azúcar, México
tiene altibajos debido a que no logra posicionarse en el
mercado de Estados Unidos, lo que ocasiona excedentes
de producción que provocan la caída de precios y a su
vez pérdidas económicas para las fábricas y toda la cadena
productiva. Esto se complica cuando el precio de la caña
de azúcar en México es más alto que en países como Brasil
y Cuba. La gura 3 muestra su comportamiento favorable
en cuanto a super cie sembrada y cosechada. En el
2006, la super cie cosechada fue de 662 mil hectáreas
con 50,06 millones de toneladas; en el 2011 se reportaron
713 mil hectáreas y una producción de 49,73 millones
de toneladas con rendimientos a la baja de 75,52 y
69,67 t/h, respectivamente.
Por otra parte, el fríjol es de consumo masivo para los mexicanos, principalmente en la zona rural. Este cultivo
Por otra parte, el fríjol es de consumo masivo para los mexicanos, principalmente en la zona rural. Este cultivo
tradicional se siembra en todas las regiones agrícolas de
México, por lo que es uno de los más importantes productos
en cuanto a super cie cultivada; además, es rico y saludable
para la población.
En la gura 4 se muestra la disminución tanto en super cie sembrada como cosechada de frijol, ya que la sequía afectó la producción; suceso que ocurrió durante el sexenio objeto de estudio de esta investigación. En 2006 se cosecharon 1,72 millones de hectáreas de frijol con una producción de 1,38 millones de toneladas; la productividad fue apenas de 0,8 toneladas por hectárea. En el 2011, la super cie cosechada disminuyó a 894 mil hectáreas y una producción de 567 mil toneladas con una productividad de 0,63 toneladas por hectárea.
En la gura 4 se muestra la disminución tanto en super cie sembrada como cosechada de frijol, ya que la sequía afectó la producción; suceso que ocurrió durante el sexenio objeto de estudio de esta investigación. En 2006 se cosecharon 1,72 millones de hectáreas de frijol con una producción de 1,38 millones de toneladas; la productividad fue apenas de 0,8 toneladas por hectárea. En el 2011, la super cie cosechada disminuyó a 894 mil hectáreas y una producción de 567 mil toneladas con una productividad de 0,63 toneladas por hectárea.
Figura 3. Siembra y cosecha de caña de azúcar*
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012).
*Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
Figura 4. Siembra y cosecha de fríjol*
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012). *Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012). *Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
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Con relación al trigo, México ha incrementado sus
importaciones del cereal -sobre todo desde Estados Unidos
y Canadá-, lo que ha elevado la dependencia con el
exterior y disminuido la producción nacional desde
1984, aunque el consumo ha crecido. El motivo del
descenso de la producción se debe a la disminución de
super cie sembrada y no a los rendimientos obtenidos
( gura 5). Ávila et al. (2008) indican que el tipo de trigo
producido en México ha cambiado en los últimos años
abandonando los pani cables para dedicarse a la siembra
del tipo cristalino, lo que genera una distancia en la relación
producción-consumo y empeora la integración de su
cadena productiva.
El sorgo es un importante componente para la producción de alimentos balanceados de animales; Ávila et al. (2008)
El sorgo es un importante componente para la producción de alimentos balanceados de animales; Ávila et al. (2008)
indican que su producción se destina a la crianza de
animales con alto valor nutritivo como cerdo y pollo, y
su derivado el huevo. El factor que más ha afectado su
producción es la apertura comercial, aunque ya estaba
libre de arancel antes del TLCAN. En los últimos
años se elevaron signi cativamente las importaciones
provenientes de Estados Unidos y Argentina, donde se
produce con altos rendimientos. La super cie cultivada
de sorgo es principalmente de temporal aunque hay
áreas de riego, que obtienen mejor producción. En el
2006 la super cie cosechada fue 1,6 millones de hectáreas,
con una producción de 5,5 millones de toneladas y un
rendimiento por hectárea de 3.45 toneladas; en el 2011
las cifras mejoraron levemente con 1,7 y 6,4 respectiva-
mente y un rendimiento mayor de 3,72 por hectárea
( gura 6).
Figura 5. Siembra y cosecha de trigo en grano
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012).
*Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
Figura 6. Siembra y cosecha de sorgo en grano*
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012).
*Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
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RURAL
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De los granos conocidos como oleaginosas, la soya tiene
gran importancia por la obtención de aceites y grasas
que se usan para consumo humano e industrial (Ávila
et al., 2008); y también se utiliza para alimento de ganado.
Ha sido el grano con la mayor super cie cultivada y
volumen obtenido. En el 2006, la super cie cosechada
fue de 54 mil hectáreas, con una producción de 81 mil
toneladas y un rendimiento de 1,5 t/ha. En el 2011, la
super cie cosechada se incrementó a 155 mil hectáreas y
alcanzó una producción de 205 mil toneladas, aproximada-
mente 250% más que a principios del sexenio en estudio,
reportando un rendimiento menor de 1,32 toneladas
por hectárea ( gura 7).
Con relación a los subsidios y apoyos a los productores del campo, desde la rma del TLCAN con Estados Unidos y durante todo el periodo (2006-2012), se han destinado mayores montos a actividades productivas ligadas a los mercados de exportación que hacia las actividades de producción ligadas a los mercados internos y alimentos básicos; esto afecta severamente la situación agropecuaria nacional.
Con relación a los subsidios y apoyos a los productores del campo, desde la rma del TLCAN con Estados Unidos y durante todo el periodo (2006-2012), se han destinado mayores montos a actividades productivas ligadas a los mercados de exportación que hacia las actividades de producción ligadas a los mercados internos y alimentos básicos; esto afecta severamente la situación agropecuaria nacional.
Figura 7. Siembra y cosecha de soya*
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012). *Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
Importaciones y exportaciones agrícolas en el período calderonista (2006-2012)
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006-2012, el cual contempla las actividades del gobierno, señala que el sector rural y agrícola es estratégicamente importante y prioritario para lograr el desarrollo; además, muestra que la pobreza alimentaria -sobre todo en las zonas rurales- es un desafío en ciertas áreas. El PND urge la necesidad de disponer de más datos del sector agrícola para tomar mejores decisiones políticas y prestar atención a la seguridad alimentaria, desarrollo de mercados y crear más vínculos con los centros de investigación cuyos buenos resultados sean aplicados al campo.
De igual modo, Sagarpa (2007) menciona en el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario y Pesquero 2007- 2012 que los siguientes objetivos son prioritarios:
Fuente: Elaboración propia con datos de SIAP (2012). *Al cierre de la producción agrícola por cultivo.
Importaciones y exportaciones agrícolas en el período calderonista (2006-2012)
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006-2012, el cual contempla las actividades del gobierno, señala que el sector rural y agrícola es estratégicamente importante y prioritario para lograr el desarrollo; además, muestra que la pobreza alimentaria -sobre todo en las zonas rurales- es un desafío en ciertas áreas. El PND urge la necesidad de disponer de más datos del sector agrícola para tomar mejores decisiones políticas y prestar atención a la seguridad alimentaria, desarrollo de mercados y crear más vínculos con los centros de investigación cuyos buenos resultados sean aplicados al campo.
De igual modo, Sagarpa (2007) menciona en el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario y Pesquero 2007- 2012 que los siguientes objetivos son prioritarios:
• Lograr el bienestar de los habitantes de las zonas rurales y
agrícolas por medio de la generación de empleos bien
remunerados.
• Ofrecer alimentos su cientes de buena calidad nutritiva. • Producirbienesaltamentecompetitivosquepermitan a los campesinos obtener mejores ingresos al integrarse
• Ofrecer alimentos su cientes de buena calidad nutritiva. • Producirbienesaltamentecompetitivosquepermitan a los campesinos obtener mejores ingresos al integrarse
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a los mercados mundiales. 41
• Revertir el deterioro del suelo, agua y biodiversidad
por medio de cambios tecnológicos.
• Lograr la e ciencia de las organizaciones agrícolas.
Los productos agrícolas a analizar en términos de expor- taciones y de importaciones son el maíz, fríjol y trigo, alimentos que además de prioritarios, son estratégicos para la alimentación en México y que determinan la autosu ciencia y soberanía alimentarias.
• Lograr la e ciencia de las organizaciones agrícolas.
Los productos agrícolas a analizar en términos de expor- taciones y de importaciones son el maíz, fríjol y trigo, alimentos que además de prioritarios, son estratégicos para la alimentación en México y que determinan la autosu ciencia y soberanía alimentarias.
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Maíz
En el 2006 las exportaciones de maíz tuvieron un incre- mento muy importante de cerca de 161% en tasa de crecimiento, mientras que las importaciones crecieron sólo 59,4%, por supuesto que incluso con el crecimiento de las exportaciones tan grande, las importaciones aún tenían un valor aproximadamente 30 veces mayor a las exportaciones en términos de valores absolutos. Por ejemplo, ese año las exportaciones ascendieron a 37.238,9 miles de dólares y las importaciones, a 1.138.363,6 miles de dólares. Para el año siguiente el ritmo de crecimiento de las exportaciones disminuyó, pero a pesar de ello se creció con una tasa muy considerable de 91,5%, mientras que las importaciones crecieron sólo 36,5%. En 2008, las exportaciones sufrieron una grave disminución de 66,7%, mientras que las importaciones siguieron creciendo en 53,9% (mayor que el 2007). En 2009, las exportaciones crecieron vertiginosamente a una tasa de 269,8% y las importaciones disminuyeron drásticamente su ritmo de crecimiento en 39,9% respecto al 2008.
No obstante, los números absolutos siguieron su tendencia, las exportaciones ascendieron a 87.913 miles
En el 2006 las exportaciones de maíz tuvieron un incre- mento muy importante de cerca de 161% en tasa de crecimiento, mientras que las importaciones crecieron sólo 59,4%, por supuesto que incluso con el crecimiento de las exportaciones tan grande, las importaciones aún tenían un valor aproximadamente 30 veces mayor a las exportaciones en términos de valores absolutos. Por ejemplo, ese año las exportaciones ascendieron a 37.238,9 miles de dólares y las importaciones, a 1.138.363,6 miles de dólares. Para el año siguiente el ritmo de crecimiento de las exportaciones disminuyó, pero a pesar de ello se creció con una tasa muy considerable de 91,5%, mientras que las importaciones crecieron sólo 36,5%. En 2008, las exportaciones sufrieron una grave disminución de 66,7%, mientras que las importaciones siguieron creciendo en 53,9% (mayor que el 2007). En 2009, las exportaciones crecieron vertiginosamente a una tasa de 269,8% y las importaciones disminuyeron drásticamente su ritmo de crecimiento en 39,9% respecto al 2008.
No obstante, los números absolutos siguieron su tendencia, las exportaciones ascendieron a 87.913 miles
de dólares y las importaciones 1.436.752 miles de dólares.
En el 2010 las importaciones de maíz crecieron 10,2%
mientras que las exportaciones se incrementaron, sin
alcanzar los niveles anteriores, a una tasa de 77,2%. En
2011, las importaciones se recuperan signi cativamente
con una tasa del 88,8% y las exportaciones disminu-
yeron 73,1%. Hasta octubre de 2012 las exportaciones
crecieron 380,3% (la mayor tasa en el sexenio); en valores
absolutos pasaron de 41.953 a 201.521 miles de dólares,
mientras que las importaciones decrecieron 10,4% de
2.989.321 a 2.679.061 miles de dólares ( gura 8).
Del 2006 al 2012, la tasa de crecimiento promedio de las exportaciones de maíz se incrementó 120% y la de importación 28%. En los seis años, las exportaciones tuvieron tasas por arriba del 100% en tres ocasiones, mientras que en las importaciones no hubo tasas de estas dimensiones; sin embargo, dado los valores abso- lutos, México no tiene autosu ciencia alimentaria en la producción de maíz. La explicación de las altas tasas de crecimiento de la exportación de maíz mexicano tiene su posible justi cación en la importación de maíz orgá- nico por parte de Estados Unidos y en la producción de biodiesel en ese país ( gura 9).
Del 2006 al 2012, la tasa de crecimiento promedio de las exportaciones de maíz se incrementó 120% y la de importación 28%. En los seis años, las exportaciones tuvieron tasas por arriba del 100% en tres ocasiones, mientras que en las importaciones no hubo tasas de estas dimensiones; sin embargo, dado los valores abso- lutos, México no tiene autosu ciencia alimentaria en la producción de maíz. La explicación de las altas tasas de crecimiento de la exportación de maíz mexicano tiene su posible justi cación en la importación de maíz orgá- nico por parte de Estados Unidos y en la producción de biodiesel en ese país ( gura 9).
Figura 8. Tasas de crecimiento de las exportaciones e importaciones de maíz
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
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Figura 9. Exportaciones e importaciones de maíz (2000-2012)
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
Fríjol
Los niveles de importación del fríjol en valores absolutos representaron casi cuatro veces más que los niveles de exportación del 2006; las exportaciones ascendieron a 14.068 miles de dólares y las importaciones a 80.058,2 miles de dólares. Ese año las exportaciones decrecieron 33%, mientras que las importaciones obtuvieron un incremento de 44,5% con respecto al 2005. En el 2007, las exportaciones tuvieron un incremento de 48% y las importaciones decrecieron 16%, respecto al 2006. En 2008, las exportaciones tuvieron otro año de creci- miento similar respecto al 2007, con un crecimiento de 45,6%, en cambio las importaciones aumentaron 36,2%. El 2009 trae una reducción en las exportaciones del país del 5,2%, mientras que las importaciones se recuperan y
Fríjol
Los niveles de importación del fríjol en valores absolutos representaron casi cuatro veces más que los niveles de exportación del 2006; las exportaciones ascendieron a 14.068 miles de dólares y las importaciones a 80.058,2 miles de dólares. Ese año las exportaciones decrecieron 33%, mientras que las importaciones obtuvieron un incremento de 44,5% con respecto al 2005. En el 2007, las exportaciones tuvieron un incremento de 48% y las importaciones decrecieron 16%, respecto al 2006. En 2008, las exportaciones tuvieron otro año de creci- miento similar respecto al 2007, con un crecimiento de 45,6%, en cambio las importaciones aumentaron 36,2%. El 2009 trae una reducción en las exportaciones del país del 5,2%, mientras que las importaciones se recuperan y
crecen a una tasa de 86,5%. Las exportaciones en el 2010
siguen a la baja, pero con menor intensidad puesto que
se contraen 4,1% y las importaciones también decrecen
con una tasa de 34,6%; los números absolutos de las
primeras fueron 27.552 y las segundas 111.860 miles de
dólares. En el 2011 las exportaciones se recuperan y tienen
un crecimiento vigoroso con una tasa de 28,3% con
35.354 miles de dólares, mientras que las importaciones
se contraen de manera importante con una reducción de
9,9% con 100.760 miles de dólares. Con los datos obte-
nidos hasta octubre de 2012, se tiene un decrecimiento
en las exportaciones de 33,6% con un total de 23.469
miles de dólares en valores absolutos y las importaciones
aumentan de manera signi cativa 150,9% con un total
de 252.775 miles de dólares ( gura 10).
Figura 10. Tasas de crecimiento de las exportaciones e importaciones de fríjol
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
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En los seis años (2006 - 2012) de gobierno de Felipe
Calderón, la tasa de crecimiento promedio de las exporta-
ciones de fríjol ascendió a 6,6% y las importaciones a
36,8%. La tendencia que se tiene del fríjol es de mayores
importaciones y al igual que el maíz no se tuvo una auto-
su ciencia alimentaria para México ( gura 11).
Figura 11. Exportaciones e importaciones de fríjol
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
Trigo
Las importaciones del 2006 representaron aproximada- mente ocho veces más que las exportaciones, en valores absolutos, para las primeras 691.113,6 miles de dólares y para las segundas 82.700,2 miles de dólares. Para ese año las exportaciones se incrementaron en 25,6% y las importaciones en 12,8% con respecto al 2005. En el 2007 las exportaciones siguieron creciendo, pero en esta ocasión su tasa de crecimiento fue mucho mayor que la del año anterior: crecieron en 80,5% y las importaciones también crecieron 23,9%. En 2008, las exportaciones se disparan con una tasa de crecimiento del 294,9%, que en números absolutos ascendió a 589.569,4 miles de
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
Trigo
Las importaciones del 2006 representaron aproximada- mente ocho veces más que las exportaciones, en valores absolutos, para las primeras 691.113,6 miles de dólares y para las segundas 82.700,2 miles de dólares. Para ese año las exportaciones se incrementaron en 25,6% y las importaciones en 12,8% con respecto al 2005. En el 2007 las exportaciones siguieron creciendo, pero en esta ocasión su tasa de crecimiento fue mucho mayor que la del año anterior: crecieron en 80,5% y las importaciones también crecieron 23,9%. En 2008, las exportaciones se disparan con una tasa de crecimiento del 294,9%, que en números absolutos ascendió a 589.569,4 miles de
dólares, las importaciones crecieron a una tasa del 45,7%
con 1.246.899,9 de dólares. En el 2009, tanto las expor-
taciones como las importaciones de trigo se redujeron
53,1% y 41,6%, respectivamente. En el 2010 fue aún
peor para las exportaciones puesto que disminuyeron
68,1% y las importaciones aumentaron 16,4%. En el
2011 hay una mejora signi cativa en ambos, la tasa de
exportaciones de trigo fue de 238,9% y las importaciones
56%. En el 2012, las exportaciones se comportaron a
la baja con una reducción de alrededor de 35,2% (dato
preliminar) con 193.315,0 mientras que las importaciones
crecieron al 15,4% con 1.249.483 miles de dólares
( gura 12).
Figura 12. Tasas de crecimiento de las exportaciones e importaciones de trigo
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
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Figura 13. Valor de Exportaciones e importaciones del trigo (2000-2012)
Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México (2012).
Durante el gobierno del presidente Calderón (2006 – 2012) las exportaciones de trigo tuvieron una tasa de crecimiento promedio de 69,1% y las importaciones 15,4%. La tendencia en las exportaciones e importaciones de trigo es de incremento, pero con números absolutos que mantienen una tendencia de mayor vigor en las importaciones como se puede observar en la gura 13. El país seguirá comprando mucho más que vendiendo y la brecha que separa ambas líneas tiende a ser mayor. Todo indica que a largo plazo se dependerá de la oferta en el extranjero, que conlleva a una falta de autosu ciencia en el trigo al igual que el maíz y el fríjol.
La soberanía alimentaria cumple un papel primordial como política pública en el mundo actual, donde el proceso global rompe barreras y los mercados se liberalizan con los Tratados de Libre Comercio como el TLCAN y la incorporación de México a la Organización Mundial de Comercio. La agricultura no sólo abastece alimentos sino también, materias primas y mano de obra al desarrollo industrial; no obstante, México tiene hoy una dependencia en materia agrícola en términos de insumos y de alimentos que ponen en peligro no sólo su capacidad de abasto y la protección de su población rural en términos de equidad social y de la migración a ciudades y a los Estados Unidos, sino sobre todo el abandono del campo, la desnutrición, el incremento de la pobreza, entre otros factores, como el depender de ciertos monocultivos para la exportación como las hortalizas y la pérdida de biodiversidad nacional en términos de frutas, verduras y plantas que son endémicas de los diferentes territorios nacionales.
Durante el gobierno del presidente Calderón (2006 – 2012) las exportaciones de trigo tuvieron una tasa de crecimiento promedio de 69,1% y las importaciones 15,4%. La tendencia en las exportaciones e importaciones de trigo es de incremento, pero con números absolutos que mantienen una tendencia de mayor vigor en las importaciones como se puede observar en la gura 13. El país seguirá comprando mucho más que vendiendo y la brecha que separa ambas líneas tiende a ser mayor. Todo indica que a largo plazo se dependerá de la oferta en el extranjero, que conlleva a una falta de autosu ciencia en el trigo al igual que el maíz y el fríjol.
La soberanía alimentaria cumple un papel primordial como política pública en el mundo actual, donde el proceso global rompe barreras y los mercados se liberalizan con los Tratados de Libre Comercio como el TLCAN y la incorporación de México a la Organización Mundial de Comercio. La agricultura no sólo abastece alimentos sino también, materias primas y mano de obra al desarrollo industrial; no obstante, México tiene hoy una dependencia en materia agrícola en términos de insumos y de alimentos que ponen en peligro no sólo su capacidad de abasto y la protección de su población rural en términos de equidad social y de la migración a ciudades y a los Estados Unidos, sino sobre todo el abandono del campo, la desnutrición, el incremento de la pobreza, entre otros factores, como el depender de ciertos monocultivos para la exportación como las hortalizas y la pérdida de biodiversidad nacional en términos de frutas, verduras y plantas que son endémicas de los diferentes territorios nacionales.
Grammont (2010) indica que las cadenas productivas y
la agricultura por contrato han permitido aumentar en
los últimos años la productividad en el campo mediante
la concentración de la tierra y la disminución de hogares
campesinos. Se han bene ciado la iniciativa privada así
como las cadenas internacionales de comercialización
y producción para la exportación (hortalizas, frutas y
ores) en detrimento de los campesinos. “Hoy más que
nunca existe un campo polarizado y desarticulado con
una mayoría de productores ine cientes, pobres y esca-
samente vinculados al mercado y una minoría de em-
presas e cientes, integradas a las cadenas productivas”
(Grammont, 2010).
Además, 95% de los productores en México son campesinos
con menos de cinco hectáreas, hacia donde uyen
las políticas de tipo asistencialista como Procampo, Oportunidades, Programa 70 y Más, entre otras. Sin
embargo, en la producción de estos campesinos se
encuentra la riqueza de cultivos mixtos con variedad 45 importante de maíces criollos, fríjol, hortalizas y otros
vegetales endémicos; de acuerdo con la Ley de Desarrollo Rural Sostenible la política pública debería canalizar programas de fomento. Empoderar a los agentes locales para ejercer su derecho a decidir sobre sus propios municipios debe ser una condición previa para elevar los índices de desarrollo humano, así como ejercer programas que respondan a sus necesidades y a la producción de alimentos básicos que lleva consigo la soberanía alimentaria (Pedrajas, 2006).
con menos de cinco hectáreas, hacia donde uyen
las políticas de tipo asistencialista como Procampo, Oportunidades, Programa 70 y Más, entre otras. Sin
embargo, en la producción de estos campesinos se
encuentra la riqueza de cultivos mixtos con variedad 45 importante de maíces criollos, fríjol, hortalizas y otros
vegetales endémicos; de acuerdo con la Ley de Desarrollo Rural Sostenible la política pública debería canalizar programas de fomento. Empoderar a los agentes locales para ejercer su derecho a decidir sobre sus propios municipios debe ser una condición previa para elevar los índices de desarrollo humano, así como ejercer programas que respondan a sus necesidades y a la producción de alimentos básicos que lleva consigo la soberanía alimentaria (Pedrajas, 2006).
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CONCLUSIONES
La discusión aquí planteada muestra que México tiene una política equivocada tanto si se quieren alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo como cumplir con la Ley de Desarrollo Rural Sostenible. Como se observó en los datos analizados, las importaciones de alimentos prioritarios y estratégicos como maíz, fríjol y trigo superan en términos absolutos en mucho a las exportaciones; la balanza comercial de estos productos se mantiene durante el sexenio 2006-2012 en dé cit.
La seguridad alimentaria nacional de los productos estudiados implica producir un porcentaje elevado de éstos para asegurar el consumo interno y satisfacer las necesidades mínimas de toda la población. Se debe satisfacer no sólo la demanda efectiva, sino la demanda potencial y así garantizar los alimentos requeridos. Cuando no es posible cubrir lo anterior (dé cit alimentario) por la producción nacional, se recurre a la importación de esos alimentos, pero provoca una dependencia con el extranjero y la necesidad de tener la capacidad monetaria para comprar al mercado internacional, lo cual no es adecuado si los objetivos son de desarrollo.
REFERENCIAS
Acosta I. 2006. Límites en la reconversión productiva del campo mexicano. Revista Encuentros 2(3). Universidad Autónoma de Nayarit. Nayarit, México.
Arroyo G. 1998. Biotecnología: ¿Una salida para la crisis agroalimentaria? Ed. Plaza y Valdés y la Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco. Colección Agricultura y Economía. México, D.F.
Ávila J, Puyana A, Romero J. 2008. Presente y futuro del sector agrícola mexicano en el contexto del TLCAN. El Colegio de México. Universidad Autónoma de Chapingo. México, D.F.
Banco de México. 2012. Balanza de pagos. Balanza de productos agropecuarios. En: http://www.banxico.org.mx/SieInternet/ consultarDirectorioInternetAction.do?accion=consultarCuadro &idCuadro=CE122§or=1&locale=es; consulta: octubre de 2012.
Barkin D, Suárez B. 1985. El n de la autosu ciencia alimentaria. Ed. Océano. México; D.F.
Berlanga R. 2009. Apuntes sobre el presupuesto del sector rural. Ediciones CEDERSA. México, D.F.
Etxezarreta M. 2006. La agricultura española en la era de la globalización. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Coordinador. Serie Estudios. España.
García et al. 1988. Deterioro ambiental y pobreza en la abundancia productiva. Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN. e International Federation of Institutes for Advanced Study. México, D.F.
La discusión aquí planteada muestra que México tiene una política equivocada tanto si se quieren alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo como cumplir con la Ley de Desarrollo Rural Sostenible. Como se observó en los datos analizados, las importaciones de alimentos prioritarios y estratégicos como maíz, fríjol y trigo superan en términos absolutos en mucho a las exportaciones; la balanza comercial de estos productos se mantiene durante el sexenio 2006-2012 en dé cit.
La seguridad alimentaria nacional de los productos estudiados implica producir un porcentaje elevado de éstos para asegurar el consumo interno y satisfacer las necesidades mínimas de toda la población. Se debe satisfacer no sólo la demanda efectiva, sino la demanda potencial y así garantizar los alimentos requeridos. Cuando no es posible cubrir lo anterior (dé cit alimentario) por la producción nacional, se recurre a la importación de esos alimentos, pero provoca una dependencia con el extranjero y la necesidad de tener la capacidad monetaria para comprar al mercado internacional, lo cual no es adecuado si los objetivos son de desarrollo.
REFERENCIAS
Acosta I. 2006. Límites en la reconversión productiva del campo mexicano. Revista Encuentros 2(3). Universidad Autónoma de Nayarit. Nayarit, México.
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Barkin D, Suárez B. 1985. El n de la autosu ciencia alimentaria. Ed. Océano. México; D.F.
Berlanga R. 2009. Apuntes sobre el presupuesto del sector rural. Ediciones CEDERSA. México, D.F.
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García et al. 1988. Deterioro ambiental y pobreza en la abundancia productiva. Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN. e International Federation of Institutes for Advanced Study. México, D.F.
Con relación a la soberanía alimentaria, la discusión de
la independencia de la producción de alimentos en el país
debe centrarse en qué parte de alimentos se importarán
considerando que se cuentan con las divisas necesarias
para realizar tal acción sin afectar a los productores
internos. En este sentido las propuestas de biotecnología
(aplicación de la ingeniería genética) para transformar
la agricultura parece ser fomentado por algunos grupos,
sin embargo, hay otros que la cuestionan.
A largo plazo, se propone la creación del manejo integrado de un sistema agroecológico, no con semillas genética- mente modi cadas sino con semillas nativas que puedan resistir los desastres climáticos drásticos o impredecibles. Esto asegurará que los campesinos, sobre todo en las zonas rurales pequeñas, continúen su trabajo para conservar la diversidad agrícola de la que dependen, no sólo en el presente sino también en el futuro.
También retomando lo que sugiere Yúnez (2010), es necesaria la creación de una reserva estratégica de pro- ductos agrícolas que sirvan en momentos en los cuales existe escasez del producto, en especial los básicos como maíz, fríjol, trigo y generar con ello los parámetros de equidad social vital para superar la pobreza y marginación de grupos rurales y urbanos en México.
Grammont H. 2010. La evolución de la producción agropecuaria en el campo mexicano, concentración productiva, pobreza y pluriactividad. Revista Andamios, 7(13). México.
Holt-Giménez E, Patel R. 2012. Rebeliones alimentarias. La crisis y el hambre por la justicia. Serie Estudios Críticos del Desarrollo, Universidad Autónoma de Zacatecas y Miguel Ángel Porrúa. México, D.F.
Ley Agraria. 2011. Colección Leyes y Códigos, Anaya Editores, S.A. México, D.F.
Martínez B, Vallejo J. 2011. Las nuevas relaciones rural-urbanas mercados de trabajo en Morelos y el Estado de México. En: Salas H, Rivermar M, Velasco P (editores). Nuevas Ruralidades. Expresiones de la transformación social en México. Ed. UNAM, Instituto de Investigaciones Antropológicas. México, D.F.
Mendoza A. 2005. Analysis of smallholders agricultural production in the eastern Amazon: Empirical evidence and policy perspectives for the Bragantina Region. Editorial Cuvillier Verlag Göttingen. Alemania.
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de Trabajo Social.
A largo plazo, se propone la creación del manejo integrado de un sistema agroecológico, no con semillas genética- mente modi cadas sino con semillas nativas que puedan resistir los desastres climáticos drásticos o impredecibles. Esto asegurará que los campesinos, sobre todo en las zonas rurales pequeñas, continúen su trabajo para conservar la diversidad agrícola de la que dependen, no sólo en el presente sino también en el futuro.
También retomando lo que sugiere Yúnez (2010), es necesaria la creación de una reserva estratégica de pro- ductos agrícolas que sirvan en momentos en los cuales existe escasez del producto, en especial los básicos como maíz, fríjol, trigo y generar con ello los parámetros de equidad social vital para superar la pobreza y marginación de grupos rurales y urbanos en México.
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